Todo el mundo odia a Borja

...de buen rollo. 


La música influye mucho en nuestra vida, es bastante normal que lo utilicemos como elemento diferenciador, que prejuzguemos en base a ella; pues dice de nosotros mucho más de lo que creemos. Nos define la música con la que sentimos afinidad, con la que podemos entender o con la que nos transmite algo en diferentes momentos de nuestra vida. Hay consumidores de música sociales, personales, masivos, pasivos. Un sinfín de modos de vivirla. Pero no, esto no es otro artículo sobre el consumo de música ni de la subida del IVA cultural ni del Spotify.



Seamos sinceros, queda muy bien decir que escuchamos de todo, que respetamos toda la música y que no prejuzgamos a nadie por escuchar mierda; pero no es cierto en ningún caso. Y de nada va a servir que vengas a decirme que tú eres diferente. No es cierto en ninguna persona que yo haya conocido en esta vida. Todo el mundo piensa que su música tiene algo, aunque no tiene por qué considerar que sea la más avanzada va a pensar que tiene algo mejor que la música de aquellas personas que le caigan mal. Y si es la misma música, va a pensar que únicamente él la puede comprender. La música nos toca a tantos niveles que lo tomamos como algo muy personal y nos cuesta comprender su papel en la mente de otros.

La música nivela inteligencias. Existen correlaciones entre diferentes tipos de “inteligencias base” y estilos musicales preferidos de las personas. Por odiosos que sean los test de inteligencia individualmente, tienen un valor estadístico importante, y no se puede dejar de lado, aunque no puedas dejar de considerar nunca alguien más o menos inteligente solo por su música. Valor estadístico he dicho. Estos valores tienen que ver con la complejidad estructural de la música y la dificultad para encontrar patrones abstractos en las composiciones. Idealmente una persona más inteligente sería capaz de encontrar más patrones abstractos y por lo tanto “entender” o disfrutar un abanico más amplio de música, pero la realidad es mucho más compleja que un simple test.

La música marca gustos y sutilezas en la personalidad. De alguna manera personas que tienen patrones cerebrales, sugestión o entorno parecido se ven influidos por los patrones abstractos de la música, y reaccionan de maneras parecidas a ellos. Por eso las personas que sienten afinidad sin razón aparente con otras, estadísticamente tienen mayor posibilidad de escuchar música parecida. Lo que hace que disfrutes de un estilo de música en particular está relacionado con la empatía que puedas sentir con la canción, su capacidad para infundirte un estado de ánimo concreto, de transmitirte algo. Los mecanismos exactos que llevan a relacionarte tan íntimamente con un conjunto de armónicos aparentemente aleatorios no son nada claros; tu estado mental, tu expectativa con la música, tu nivel de concentración… Muchas veces me ha pasado de súbitamente “entender” una canción o estilo en un sentido emocional de la palabra después de mucho tiempo de no encontrarle nada en particular, o después de algún evento en particular de mi vida personal.


Todo lo que sentimos con la musica lo llevamos dentro todo el tiempo, solo hace falta la chispa adecuada para entenderlo.
Jordi Valladares Gay - 2013 



Aun así, aunque el disfrute de la música sea algo muy ligado a las características personales intransferibles de una persona, la música crea entornos sociales. El contexto social de la música podría ser inexistente. Uno, y más ahora, se siento con su ordenador y puede estar todo el día escuchando música sin interactuar con nadie. Pero ese deseo de hablar de música viene dado porque dice más de nosotros de lo que nos pensamos. Entonces se crean, en la gente que valora mucho esa música, interacciones nuevas que tienen la música como interés común, porque realmente no estás hablando de música, estás hablando de ti, de la vida como expresión. Si se juntaran Nietszche, Einstein y William Blake hoy en día, seguramente hablarían de música.

Todo esto, todo este ego en juego cuando hablamos de música, unido a nuestra suposición de que una es mejor que otra, de que la gente que ha escuchado mucha tiene gustos diferentes de la que no ha escuchado tanta; crea una sensación (falsa) de niveles musicales en las canciones según el gusto del oyente.

¿Es, realmente, una canción inferior a otra porque encierre menos complejidad? ¿Es una letra peor por tener menos rimas, o por ser cantada con la voz resquebrajada de Kurt Cobain en vez de una con mas técnica? ¿Ese grupo desconocido es peor que ese conocido solo por tener menos valor comercial? No, y mil veces no. Pero el contrario tampoco es cierto.





Igual que existe gente que dice que la única música de verdad es la música clásica también existe quien dice que Kurt cagaba oro, cuando lo "único" que hacia era cantar con sinceridad.


Y donde ya sufrimos la ignorancia de unos nos chocamos contra el ego de otros: aquí entran los elitistas de la música. Los enterados. Los modernos. Hipsters. Los de “después del primer disco que nadie más que yo conoce se volvieron demasiado comerciales.”

Uno se esperaría lo contrario de la gente que realmente se supone que disfruta la música y que por ello está muy dentro de ese mundo. ¿Pero qué te encuentras? Diferenciación social forzada. “Ese grupo es malísimo, no lo escucha nadie” o “la música moderna es una mierda, yo solo escucho música clásica” o “el metal es solo gente gritando”. No es la diferenciación social por estilos o por disfrute de la música de la que he hablado antes, me reservo todo mi derecho de prejuzgar a quien quiera por su música, me refiero a otra cosa.

Lo que aquí está pasando es que hay mucha gente que utiliza su conocimiento impersonal en música para forzar gustos musicales que le reporten reconocimiento social.

Que de la cultura underground salgan cosas interesantes que pasan ignoradas por el gran publico es un hecho, pero no significa que si un grupo es desconocido es que sea mejor o mas "autentico", signifique lo que signifique eso.

Al enterado le gusta ese grupo de música infravalorado mucho mejor que Queen que tu no conoces, y a la mínima oportunidad te avasallara con ello mientras le sube el ego y la polla se le empalma medio metro. Me parece muy bien que a alguien le guste un grupo minoritario, el problema es que supone que el hecho de que le guste implica que ha escuchado música que yo normalmente no accedería ya que me llegan los grupos más comerciales. Y diciendo que le gusta a la mínima ocasión lo que realmente quiere decir es:

¡Eh! ¡Miradme! ¡Soy diferente y se mas de música que la tu porque conozco grupos raros!

Diagnóstico: Autoestima baja, déficit de atención y conducta antisocial.

No imprimen ningún sentimiento en sus canciones, gritan en un intento de hacer rock porque es lo que ven que se hace. Les preguntas como hacen su música y dicen que, sin idea principal, van mirando que queda más o menos bien, y le estampan una letra.



Rosendo ya hablaba de como la musica se volvia frivola cuando se mezclaba con el reconocimiento o el dinero.


Debajo una infinita capa de definiciones de estilos y jerga inventada sobre música, se esconde algún pijo con una camiseta de Joy Division que tendrá como romántico que su cantante favorito se suicidara en los 90 y que nunca habría escuchado cuando lo que estaba de moda era Dragostea Din Tei. Dentro de su mente ha visto que es diferente a las demás personas, y en un ejercicio de mala lógica interna, habrá llegado a la conclusión que cualquier cosa que le diferencia de la masa, es buena. Que digo buena, buenísima, y trendy, y hashtags como parodiando a los hipsters pero haciéndolos igualmente. Como cuando las amigas de 14 años de tu hermana quedan en casa para reírse de las chicas que se pasan toda la tarde haciéndose fotos con cada vez menos ropa… haciéndose fotos toda la tarde con cada vez menos ropa.

Es la cultura de decir underground y hardcore a todo lo que quieras que parezca guay. Irán a conciertos por la música y lo colgaran en twitter pero nunca los veras borrachos en un pogo ni perder el control. Hablaran del mar en sus canciones y tocaran simplemente acordes mas graves si lo que quieren es aparentar profundidad. Afirmaran que escuchan indie. ¿Qué coño vas a escuchar indie? Indie significa independiente, no es un estilo. ¿Me estás diciendo que discriminas los grupos que no son independientes, no por la música, sino por su número de oyentes?

Bon rollo eh Borx. Sigue tocando emopunk posthardcore de los '90.

Es como cuando a nuestro pequeño Borja le encantan todos los grupos de los cuales conoce sus componentes en persona. Déjale un reproductor y te pondrá algo que “escuché en directo ese día” o algo recomendado alguien que se supone que sabe y con el que no quiere quedar en ridículo. Si hoy surgiera Led Zeppelin y en la Tzvr dijeran que son malísimos, nuestro pequeño e influenciable amigo aseguraría que son demasiado comerciales o que no le dicen nada. Da un grupo como mierda por el hecho de que lo escuche alguien que no le cae bien. Aunque escuche muchos grupos, el estilo de nuestro héroe es muy homogéneo, y de intentar escuchar tantas cosas iguales se confunde sobre lo que le gusta y le deja de gustar.

Y no me digáis exagerado, hay personas que se ofenden si alguien les menciona un grupo que no conocen en vez de sentir curiosidad. Hay personas, supuestamente expertas en música, sienten la música únicamente por las orejas y se preocupan solo parecen ver todo el circo montado alrededor. Hay personas que van a festivales y fingen conocer grupos que ni existen para ganar reconocimiento social. Se podrán saber el nombre de todos los discos de Pink Floyd, no te podrán decir como se sienten escuchando Shine on you crazy diamond, aunque se sabrán toda la historia de la canción porque la habrán leído en JotDown.






La separación en estilos puede ser útil para clasificar música, para poder hablar de ella a un nivel de referencias. Pero confundir el nombre del estilo con la interpretación de la música mata su espíritu; mata el espíritu alguien buscando sonar de un modo en particular por motivos sociales, mata el espíritu no preocuparse de transmitir nada sino solo de la tecnica y de "sonar bien"; mata el espíritu esperar a ver que dice en Mondo Sonoro sobre un grupo antes de decidir si vas a decir que te gusta o si afirmaras con tu mejor cara de gilipollas que eran mejor sus antiguos trabajos, porque eran menos comerciales.



Un espectáculo de la naturaleza para los sentidos, Hipsters en Coachela fingiendo conocer grupos inventados.

1 comentario:

  1. Me sorprende que no haya comentarios respecto a este artículo dada su grandeza. Y con más razón por la polémica que puede surgir de este desafío que Jordi Valladares a escupido en la cara a muchos "entendidos en música".
    Aunque no esté 100% de acuerdo con todos los matices que se han presentado, (difícil estarlo con la cantidad de precisiones personales del autor que se presentan, haciendo de un escrito, algo genial e irónico) lo estoy en mayor parte del artículo. Si no, ¿porqué no hay respuestras contrarias, desmintiendo la supuesta falta de respeto por los músicos?
    Simplemente porqué es cierto, en gran parte. Si nuestro gran y buen amigo todavía no ha hecho un artículo en contraposición a este, es porqué no tiene justificaciones suficientes para todo, o almenos no hacerlo con tanta clase y entendimiento.
    Te va a decir que no es así, que tu no entiendes la música como la entiende él. De esta manera no está haciendo más que recaer en las actitudes y fenómenos que se esmentan en esta redacción. Para mí tendría mucho valor que intentara desmentirlo, por lo menos así tendría otro punto de vista, podría comparar y finalmente llegar a una conclusión (cosa que sería mucho más interesante). Pero al no ser así, éste es el gusto que me queda en la boca, y al estar deacuerdo, refuerza el sentimiento que pueda tener hacia este tema.
    Felicitación al autor por los escritos que hace, realmente polémicos y desafiadores (adjetivos que casi se han olvidado por gran parte de la sociedad y que les impide crear cosas nuevas como este blog hecho por "donnadies" de la vida cotidiana).
    Y SÍ, este comentario está publicado para que "alguien" se sienta aludido y esponga su opinión. Es una oportunidad para que se defienda, si no, esta es la visión que tendremos algunos.

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